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15 abr 2018

El poder de las mitocondrias - su cuerpo es una red de energía.

Las mitocondrias son estructuras pequeñas y especializadas que se encuentran dentro de sus células, y son los generadores energéticos de las mismas. Su función es transferir electrones de las grasas y azúcares al oxígeno, durante el proceso de producción de ATP (trifosfato de adenosina), que es la energía "de transacción" de sus células.1

 https://es.sott.net/image/s19/394704/medium/mitochondria_power_grid.jpg

Las mitocondrias son únicas, en relación a que tienen su propio código genético, en gran parte, para las proteínas únicas en la cadena de transporte de electrones (diferente al del ADN nuclear); estas se dividen y replican en base a su propia programación (diferente a las de las células) y tienen dos membranas--interior y exterior--que utilizan para producir el ATP.

Las membranas permiten a las mitocondrias almacenar energía, de forma similar a una batería, y utilizarla para hacer la fosforilación oxidativa, un proceso que las mitocondrias realizan para generar energía en forma de ATP.

En 2015, los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) en Bethesda, Maryland, revelaron que las mitocondrias no solo utilizaban la energía almacenada para crear ATP, sino también como una fuente de energía principal. De hecho, el estudio reveló que realmente esto podría ser "la principal vía para distribuir la energía en el músculo esquelético".2

A su vez, este descubrimiento hizo que los investigadores sospecharan que las mitocondrias formaban un tipo de "red energética" celular en sus células—lo cual confirmaron con un estudio realizado en 2017 y publicado en la revista Cell Reports.3

La 'Red Energética' Mitocondrial Tiene Interruptores Integrados

Las mitocondrias forman una red interconectada, lo que les permite comunicarse rápidamente y distribuir energía a través de las células corporales.

La desventaja de esto, según señalaron los investigadores es que, "esta conectividad pone en riesgo al sistema de conversión de energía, porque los elementos dañados podrían poner en peligro a toda la red".4

Sin embargo, hay un sistema infalible para ello, ya que dentro de su corazón y músculo esquelético se encuentra una "red" mitocondrial de varios tipos que incluye subredes más pequeñas. ...


Si parte de esta red deja de funcionar, hay un mecanismo que actúa como un interruptor automático, el cual desconecta el segmento dañado del resto, lo que permite que continúen funcionando.

Los investigadores estudiaron imágenes 3D y utilizaron sensores activados por luz para examinar el músculo cardíaco y las células del músculo esquelético de ratones, para revelar el nuevo hallazgo, lo cual evidencio que las uniones intermitocondriales (IMJs, por sus siglas en inglés) que conectan a las mitocondrias también podrían desconectar rápidamente a las mitocondrias dañadas, lo que preservaría la integridad de la red energética en su totalidad.5 Según explicaron:6
"En las subredes cardiacas y del músculo esquelético (SKM, por sus siglas en inglés), se produce una rápida separación física y eléctrica de las mitocondrias que no funcionan bien, que es consistente con la desconexión de IMJs y retracción de las mitocondrias estiradas, en estructuras condensadas.
Las subredes mitocondriales regionales limitan el impacto celular de la disfunción local, mientras que la dinámica desconexión de las mitocondrias dañadas permite que las mitocondrias restantes reanuden su función normal, en cuestión de segundos".
Las Nuevas Vías Para Abordar la Disfunción Mitocondrial

El estudio establece las bases para tener una mayor comprensión de las enfermedades cardiacas y mitocondriales, y resalta que la medicina bioenergética ha adquirido mayor importancia, y que esta ópera dentro de la premisa de que manipular los flujos bioenergéticos en su cuerpo podría afectar positivamente en su salud.

Como escribieron los investigadores en el British Journal of Pharmacology, las vías de metabolismo energético corporales están interconectadas, lo que significa que, por lo general, manipular un flujo bioenergético causará cambios en otros, lo cual podría ser algo bueno.7 Los investigadores continuaron con:
"Ya existen intervenciones basadas en medicina bioenergética para atender algunas enfermedades, y debido a que actualmente las intervenciones de medicina bioenergética son factibles, los nuevos enfoques para tratar ciertos padecimientos, incluyendo algunas enfermedades neurodegenerativas y tipos de cáncer, han comenzado a hacer su transición del laboratorio hacia la aplicación clínica".
¿Qué tiene que ver esto con las mitocondrias? Como podrá imaginar, a menudo, la disfunción mitocondrial se produce junto con una disfunción bioenergética, donde frecuentemente la primera ocasiona la segunda.8

Como la revista British Journal of Pharmacology lo expuso, la mayoría de los flujos bioenergéticos ocurren dentro de las mitocondrias, y por lo tanto, usualmente las manipulaciones afectan a las mitocondrias, lo que proporciona nuevas vías para realizar el tratamiento de enfermedades:9
"Cada vez más, los datos indican que se puede manipular a las mitocondrias indirectamente, o mitigar el impacto de la falla mitocondrial, a través de manipular las vías bioenergéticas que se encuentran fuera de las mitocondrias, o a través de las vías que atraviesan las mitocondrias, en niveles que se encuentran fuera de las mitocondrias.
Esta estrategia general, actualmente factible, también afecta a los parámetros bioenergéticos no mitocondriales, así como a la expresión de genes que monitorizan y responden al estado bioenergético general de una célula. Estos efectos podrían afectar fundamentalmente a la salud celular y su viabilidad".
Muchos Tipos de Cáncer Están Relacionados Con la Salud Mitocondrial

La salud de sus mitocondrias desempeña un rol fundamental en muchas enfermedades crónicas, incluyendo al cáncer. El cáncer es una enfermedad metabólica, no genética. Las mutaciones genéticas observadas en algunos tipos de cáncer son un efecto descendente del metabolismo energético defectuoso en las mitocondrias.

Esto fue referenciado por primera vez por el Dr. Otto Warburg, quien recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1931 por el descubrimiento del metabolismo de las células malignas.

El efecto Warburg afirma que las células cancerígenas alteran su metabolismo, al consumir grandes cantidades de glucosa y metabolizarla sin oxígeno.

Warburg descubrió que realmente el cáncer es causado por un defecto en el metabolismo de la energía celular en el interior de la célula, relacionado principalmente con la función de las mitocondrias.

En el tiempo de Warburg, no se entendía muy bien el rol de las mitocondrias, pero actualmente comprendemos mejor cómo funcionan.

Esta información es revolucionaria, ya que abre las puertas no solo para tratar el cáncer sino para muchas otras enfermedades, porque la disfunción mitocondrial se encuentra entre las causas principales de los padecimientos más graves.

Thomas Seyfried, Ph.D, profesor de biología en el Boston College, es uno de los pioneros en la aplicación de la cetosis nutricional para atender el cáncer--una terapia que se deriva de la investigación de Warburg.

Si las mitocondrias defectuosas son responsables del origen del cáncer, y el metabolismo energético defectuoso es responsable de la mayoría de los fenotipos; es decir, las características observables de la enfermedad que percibimos; entonces ¿cómo podría prevenirse e inclusive atenderse la enfermedad? Podría lograrlo al convertirse en un eficaz quemador de grasas, para optimizar su salud mitocondrial.

Cómo Utilizar la Alimentación Para Mejorar la Salud Mitocondrial

Sus mitocondrias tienen una serie de cadenas de transporte de electrones a través de las cuales pasan los electrones de su forma reducida—que proviene de los alimentos que consume--a combinarlos con el oxígeno del aire que respira, y finalmente, los utilizan para producir agua.

Este proceso impulsa a los protones a través de la membrana mitocondrial, que recarga el ATP. Sin embargo, el proceso también produce subproductos tales como las especies reactivas del oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés), que dañan a sus células y ADN mitocondrial, que posteriormente son transferidos a su ADN nuclear.

Además, su cuerpo envejece debido a los aspectos dañinos de tener una excesiva cantidad de ROS, que es la razón por la que la velocidad de envejecimiento del cuerpo depende, en gran parte, de que también funcionen adecuadamente las mitocondrias, y también, que todo el daño podría ser minimizado al optimizar la alimentación.

Para mejorar su función mitocondrial a través de la alimentación, la clave es comer de tal manera que su cuerpo sea capaz de quemar las grasas como su principal combustible, en vez de azúcares.

Las dietas cetogénicas--con alto contenido de grasas saludables, adecuados niveles de proteínas y bajos niveles de carbohidratos (carbohidratos netos totales sin fibra)--son muy eficaces para hacer esto, al igual que el ayuno intermitente.

Cuando su cuerpo es capaz de quemar grasas como combustible, el hígado produce grasas hidrosolubles llamadas cetonas que se queman mucho más eficientemente que los carbohidratos, lo cual produce especies del oxígeno mucho menos reactivas, así como radicales libres secundarios que podrían dañar a sus membranas celulares y mitocondriales, al igual que a sus proteínas y ADN.

Esta es la razón por la que, para tener una salud óptima, es sumamente crucial ser un eficiente quemador de grasas. Además, las cetonas imitan las propiedades de la restricción calórica (ayuno), las cuales aumentan la longevidad, que incluye mejorar el metabolismo de la glucosa y reducir los niveles de inflamación.

Pasos Sencillos Para Llevar una Dieta Cetogénica

Para poner en práctica una dieta cetogénica, debe dejar de consumir alimentos envasados y procesados. Debe enfocarse en consumir alimentos enteros y verdaderos, una gran cantidad de grasas saludables y una cantidad de carbohidratos netos tan pequeña como le sea posible.

Por lo general, esto implica reducir drásticamente o eliminar temporalmente todos los granos y cualquier alimento que tenga un alto contenido de azúcar, en particular la fructosa, pero también la galactosa (que se encuentra en la leche) y otros azúcares--tanto añadidos como naturales.

Como regla general, debe reducir sus niveles de carbohidratos netos a consumir entre 20 y 50 gramos por día o menos, y restringir las proteínas a 1 gramo por kilogramo (2.2 libras) de masa corporal magra.

Para asegurarse de que realmente cumple con sus requerimientos nutricionales y mantiene la proporción de nutrientes ideales, utilizar un medidor de nutrientes como www.cronometer.com/mercola podría ser una herramienta muy valiosa. Al igual que mi plan de nutrición, este medidor de nutrientes es completamente gratuito.

Este establece la base para hacer la cetosis nutricional, por lo que en función de los parámetros que se introducen, tales como la altura, peso, porcentaje de grasa corporal y la circunferencia de la cintura, calculará automáticamente las proporciones ideales de carbohidratos netos, proteínas y grasas saludables (incluyendo la proporción de grasas omega-3 a omega-6) para realizar la cetosis alimenticia, lo que le permitirá a su cuerpo comenzar a quemar grasas, en vez de azúcares, como su principal combustible, y optimizar su función mitocondrial.

Una vez que es capaz de quemar grasas como combustible, deberá hacer ciclos donde inicie y termine el proceso de cetosis, y deberá consumir de 100 a 150 gramos de carbohidratos saludables, ya que hacer una cetosis continua es una práctica poco saludable.

También, es importante el horario en el que se alimenta, y en especial, debe tratar de alimentarse por última vez al menos tres horas antes de acostarse, ya que el sueño es el estado donde el metabolismo se encuentra en sus niveles más bajos.

Dado que su cuerpo utiliza la menor cantidad de calorías al dormir, debe evitar alimentarse cerca de la hora de acostarse, porque agregar un exceso de combustible en ese momento generará una excesiva cantidad de radicales libres que podrían dañar a sus tejidos, al acelerar el envejecimiento y contribuir a la aparición de enfermedades crónicas.

Por esta razón, a menudo, sugiero limitar su horario de alimentación solo al desayuno y almuerzo—una estrategia de "Ayuno Peak" que le permitirá ayunar durante 16 o más horas, todos los días.

¿Qué Más Promueve la Salud Mitocondrial?

Si está interesado en reducir su tasa de enfermedades crónicas y envejecimiento, y desea optimizar su salud mitocondrial.

Además de hacer los cambios en la alimentación descritos anteriormente, también es importante hacer ejercicio, incluyendo moverse casi continuamente, a lo largo del día (y evitar permanecer sentado de forma prolongada).

Cuando hace ejercicio, su cuerpo responde a través de producir una mayor cantidad de mitocondrias (biogénesis mitocondrial), para mantenerse al día con un mayor requerimiento energético. Asimismo, el ejercicio estimula la autofagia, al ayudar a eliminar las mitocondrias dañadas. En resumen, el ejercicio ayuda no solo a optimizar la función mitocondrial, sino que también aumenta el número de mitocondrias.

En términos de nutrición, Rhonda Patrick, Ph.D., científica biomédica e investigadora--junto con el Instituto Salk de Ciencias Biológicas, en La Jolla, California--enfatiza la importancia de los siguientes nutrientes, que son importantes cofactores necesarios para que sus enzimas mitocondriales funcionen correctamente:
  • Rayos del sol, que al tocar la piel proporcionan la luz del rojo e infrarrojo cercano que nutre a la enzima citocromo c oxidasa en sus mitocondrias, para aumentar la producción de ATP
  • L-carnitina, que transporta ácidos grasos a las mitocondrias
  • No tener el teléfono celular a menos de 2 pies de su cabeza, ya que sus elevados niveles de radiación de microondas envenenan a sus mitocondrias al aumentar la producción de peroxinitrato
  • Magnesio
  • Grasas Omega-3
  • Todas las vitaminas B, incluyendo a la riboflavina, tiamina y B6
  • Ácido alfa-lipoico (ALA, por sus siglas en inglés)
  • CoQ10 o ubiquinol (su forma reducida)
Para proteger sus mitocondrias, también es importante evitar las toxinas ambientales, tales como el glifosato, el ingrediente activo que contiene el herbicida Roundup.

El glifosato impide la absorción de manganeso--un mineral crucial para proteger a sus mitocondrias del daño oxidativo. Además, se ha descubierto que el Roundup interfiere con la producción de ATP, al afectar a las membranas mitocondriales.

Al conocer más acerca de la importancia de la salud mitocondrial, se vuelve aún más intrigante que formen una red energética con mecanismos de seguridad incorporados, lo cual permite que las mitocondrias dañadas se desconecten, y de esta manera, preservan la función del resto de ellas.

No obstante, al adoptar estrategias alimenticias para quemar grasas como su combustible principal, podría reducir el daño mitocondrial en general, lo que mejoraría significativamente su salud.

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Fuentes y Referencias
Comentario: Asimismo recomendamos leer:

visto aqui.

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